Doctor Mira
Especializado en Rinoplastia, Mamoplastia y Otoplastia con más de 30 años de experiencia
Desde que empezó la era de los implantes mamarios modernos, y eso fue a mediados de los sesenta, el tamaño o volumen de las prótesis ha dado mucho que hablar.
En una consulta de mamaplastia aumentativa no es extraño que médico y paciente se enzarcen con esa misteriosa cifra:
- Yo quiero xxx cc doctor
- Te pondremos yyy cc paciente
Grave afirmación, porque las prótesis mamarias no deben elegirse “a la carta”, antes de la intervención, ni por el paciente o ni por médico. Y si crees en mis 43 años de experiencia en implantes mamarios tendrás que empezar a aceptarlo.
Verás, el aumento de mama como sabes lo realizamos colocando un implante homologado en el espacio que la naturaleza decidió para la glándula mamaria. Por eso nosotros solemos hacerlo detrás de esta, incrementando su proyección. Y no el detrás del músculo, aumentando el volumen de este.
El recinto de que disponemos es único, natural rn cada mujer. Y tiene unos límites con zonas muy claras: el esternón, la clavícula, la línea axilar anterior y el surco submamario.
Doctor Mira. Podremos pensar (y se ha hecho) que midiendo este espacio ya sabemos los parámetros de la prótesis a implantar. No es cierto. Porque hay dos factores que llevan a hacer inexacta esta medida. Porque ese espacio tiene tres dimensiones, no dos. Efectivamente: las tensiones por una parte del músculo pectoral mayor y por otra de la glándula. Trascendental, porque entre uno y otra vendrá situado el implante. Y condicionarán sensiblemente el espacio a ocupar por la prótesis, que para ser natural, siempre debe ser exacta al mismo.
Para ajustar este importante dato a la perfección llevamos algo más de 10 años usando algo que llamamos “sizers”. Son elementos idénticos a las prótesis mamarias, pero re-esterilizables. Así pues, una vez despegado ese espacio natural en cada mujer, estimamos la talla probando su capacidad con los sizers.
Y pueden ocurrir tres cosas:
- Que hayamos acertado perfectamente y sea ese su tamaño exacto. Entonces extraeremos el sizer, pediremos que nos desprecinten la prótesis exacta a el y la implantaremos.
- Que entre holgada, que quepa más. En este caso pediremos el sizer del tamaño superior y comprobaremos otra vez estas circunstancias.
- Que no quepa realmente. Entonces probaremos con tallas menores hasta llegar a la exacta.
De este modo no nos equivocamos nunca.
Con más de 4000 prótesis implantadas puedo decirte que con la estimación “a ojo” existe lógicamente porcentaje de desaciertos. Lo tenemos sobreadmente comprobado. En más o en menos. Y que corregimos así: probando con los sizers hasta encontrar el tamaño ideal. Como cuando nos compramos unos zapatos. Siempre hay que probar.
Desde que lo hacemos así nuestros pacientes ya no vuelven. Porque con este sencillo método hemos acertado perfectamente con su pecho más natural: teniendo con todas las tallas de sizers y sus equivalentes prótesis en nuestro quirófano.
